¿Por qué comemos 12 uvas en fin de año? ¿Cómo celebran Año Nuevo en los diferentes países y América Latina?

Publicado por: Rugren en Cultura, Historia, Mitos y Leyendas, Refranes 28/12/2019 6 Comentarios 4,763 Visitas

Índice del artículo

¿Por qué tomamos 12 uvas al acabar el año?

Desmontado el mito de que si no comes 12 uvas en fin de año tendrás mala suerte el año próximo, conocerás el origen real y sin guardar relación con la suerte.

Noche vieja, junto al inicio de año nuevo trae consigo una fiesta y celebración llena de felicidad con tus seres queridos y optimismo para comenzar el año próximo con buen pie.

El cambio de calendario y el año nuevo nos da como una especie de ilusión y esperanza de que todo puede mejorar, que todo puede ir a mejor; desde la economía personal hasta conseguir la felicidad durante el siguiente año.

Todo esto dependerá de nosotros y no de cumplir las tradiciones para que se cumplan nuestros propósitos de año nuevo.

Por lo que no cumplir las distintas tradiciones no nos hará tener mala o buena suerte, no hay supersticiones demostrables.

Al final de este artículo comentaremos algunas de las numerosas tradiciones o costumbres de América Latina para finalizar el año y comenzando el nuevo. Las más extendidas y cuales fueron sus orígenes.

Nochevieja: Las 12 uvas a las 12 de la noche

Supuestamente, para tener 12 meses de buena suerte y prosperidad es necesario comer una uva con el sonido de cada campanada llegada la hora. Así que esta tradición no será sencilla de cumplir.

La tarea será difícil de tragar, nunca mejor dicho; comer 12 uvas al compás de las 12 campanadas de la medianoche.

Teoría de las 12 uvas de la media noche

Según el libro «España», del periodista estadounidense Jeff Koehler, existen dos teorías sobre los orígenes de esta antigua costumbre.

La primera se remonta a la década de 1880. Según diarios de la época, la clase burguesa española, imitando a la francesa, comenzó a celebrar Nochevieja comiendo uvas y tomando vino espumante.

Los chulapos, a los que se les había arrebatado su divertimento navideño, decidieron aprovechar que aún estaba permitido reunirse en la Puerta del Sol para escuchar las campanadas del reloj a medianoche en Nochevieja y empezaron a comer uvas como burla de la costumbre aristócrata y en señal de protesta contra las restricciones del ayuntamiento.

Por tanto, esta costumbre aparece en Madrid como acción satírica y de protesta.

En 1884, muchos periódicos recogen las primeras menciones de esta tradición y algunos la califican de “imperecedera costumbre”. Aunque el consumo de las doce uvas mantuvo su carácter incorrecto y burlesco durante años, acabaría por normalizarse y extenderse al resto del país con el paso del tiempo.

La tradición de comer 12 uvas exactamente a las 12 de la noche también llegó a América Latina desde España.

La otra teoría de las 12 uvas

La segunda teoría sitúa los orígenes unas décadas después, en 1909.

Ese año los productores de Alicante (en el sureste de España), tuvieron una cosecha excedente de uvas blancas de la variedad típica del lugar, llamadas Aledo. Algo así como ocurrió con el excedente de calabazas que dio origen, en parte, a Halloween.

Al bajo precio de la uvas, se sumó la forma creativa de venderlas. No en vano hasta hoy en día son conocidas como las uvas «de la buena suerte».

La variedad de uva blanca Aledo se convirtió en sinónimo de Nochevieja y se popularizó su venta en paquetes de doce ya preparados para consumir el último día del año.

De ahí que creamos que la tradición de comer 12 uvas en noche vieja nos traerá buena suerte para el comienzo de año nuevo.

¿Por qué comer uvas?

Tradicionalmente, la uva es un fruto que se asocia con símbolos positivos como la unión, la hermandad, la espiritualidad, el placer y la alegría (Dios griego Baco).

En la actualidad, la tradición marca que se coloquen doce uvas delante de cada comensal para simbolizar los doce meses del año. Cada uva comida tras la correspondiente campanada de media noche significará buena suerte en el correspondiente mes.

¿Cómo celebran el inicio de año Grecia e Italia?

En Grecia suelen cocinar un pastel llamado Vassilopitta en cuyo interior se coloca una moneda de oro o de plata, otorgando la mejor suerte a aquel que la encuentra en su plato.

En Italia y algunos países sudamericanos es tradición comer un plato de lentejas estofadas tras las campanadas de media noche para atraer la prosperidad y la fortuna en el año entrante.

¿Cómo celebran el año nuevo en América Latina?

A parte de celebrar el fin de año con las tradicionales doce uvas, en América Latina también existen otras tradiciones un tanto extravagantes que comentaremos a continuación.

Comer pasas

Aunque en España se puede encontrar 12 uvas Aledo envasadas especialmente para dicha ocasión, el 31 de diciembre, en algunos lugares de América Latina, como no es temporada alta de esta fruta, la costumbre derivó a comer pasas.

La quema del muñeco

Al igual que en algunas regiones y comunidades de España existen la quema de algo simbólico para honrar ciertas fiestas, como Las Fallas en Valencia, o el Bando de la huerta y el Entierro de la Sardina en Murcia.

En América Latina las tradiciones de crear muñecos y prenderlos fuego están bastantes extendidas, para diferentes fechas como Semana Santa y Año Nuevo.

La idea es juntarse con familiares, vecinos y amigos para crear muñecos que representen acontecimientos o personajes negativos del año que se termina y luego quemarlos para ponerles fin y dejarlos atrás.

Tradiciones realizadas en varias regiones de Ecuador, Perú, Colombia y Venezuela. Unas costumbres que realizan en fin de año, motivo por el cual algunos llaman al muñeco como «Año Viejo» o directamente «El Viejo».

Lo que viene a significar esta tradición es el refrán aquel de dejar atrás el pasado y las cosas negativas vividas con anterioridad.

Si la quema del muñeco hoy en día está vinculada a la creatividad y el sentido del humor, fue por su nacimiento en 1895 en la ciudad de Guayaquil (Ecuador) en un contexto muy distinto.

Datos históricos señalan que en aquella época, la población de Guayaquil se vio amenazada por un brote de fiebre amarilla por lo que, como medida de protección sanitaria, se recomendó confeccionar ramadas y monigotes de paja con los vestidos de los parientes que habían fallecido. Estos eran colocados en la vía pública el último día del año y a las cero horas se quemaban». Según el Ministerio de Turismo de Ecuador en su sitio web.

Saltar olas

Ir hasta el mar a medianoche y saltar siete olas pidiendo siete deseos es una costumbre que se practica en algunos países del Caribe. Sobre todo en Brasil.

El mar ha estado asociado con la purificación en múltiples culturas a lo largo de la historia. No obstante, en este caso en particular la tradición se remonta a las culturas de raíces africanas.

El siete es un número espiritual en el umbandismo (religión fundada en Brasil a principios del siglo XX) y se vincula con la diosa del mar Yemanjá. Quien según esta tradición de Año Nuevo, da fuerzas para superar las dificultades.